En la parte alta de la vereda Calabazo, entre ríos transparentes, montañas cubiertas de nubes y senderos antiguos, se encuentra Bunkuany - también llamado Bunkuany Yaja o Shaxa (Zhaxa) - un espacio que para los pueblos indígenas representa un sitio de luz.
Aquí la luz no es solo un fenómeno físico: Es claridad, equilibrio, conexión espiritual. Este es un territorio donde la montaña habla, donde las piedras cuentan historias, y donde la energía ancestral aún se siente palpitar.
Nuestro primer encuentro con Bunkuany: una memoria personal.
Conocimos Bunkuany por primera vez en el año 2018, mucho antes de que existiera un sendero definido o una ruta establecida, cabe resaltar que desde el 1965 ya pocos sabían del lugar.
En ese entonces, llegar hasta este territorio sagrado tomaba entre dos horas y media y casi tres de camino, atravesando potreros ganaderos cubiertos por un pasto que superaba los dos metros y medio de altura.
No había camino. Literalmente no existía. Nos tocó abrir paso entre la vegetación, apartar ramas, sortear garrapatas y avanzar a tientas en un territorio que, aunque difícil, ya dejaba sentir una energía particular. Cuando por fin llegamos, lo primero que resaltó fueron los vestigios antiguos: Terrazas borrosas entre el monte, piedras con formas claras de intervención humana y, a la vez, las huellas dolorosas de un pasado de saqueos.
Se notaba la marca de la huaquería, esa época oscura en Colombia cuando la profanación de tumbas indígenas se convirtió en práctica común.
Entre las terrazas crecían cultivos de aguacate, banano y cacao, mezclados con árboles de guarumo y otras especies locales que recuperaban poco a poco el territorio. Tras la pandemia, hacia finales del 2021 y comienzos del 2022, Bunkuany empezó a tomar forma de proyecto: primero como una iniciativa académica, y luego como un proceso comunitario que fue materializándose de manera gradual.
El territorio empezó a abrirse de nuevo, no solo como un espacio físico, sino como un lugar de memoria, de luz y de reflexión profunda. Todo lo que hoy conocemos de Bunkuany - sus caminos, su lectura territorial, su conexión espiritual - nació de ese contraste entre el abandono, la fuerza de la naturaleza y la voluntad de las personas que han trabajado por cuidarlo.
Esa primera llegada en 2018 sigue siendo para mí un recordatorio de lo que significa caminar estos lugares con respeto: La montaña siempre habla, pero solo quienes escuchan con paciencia pueden entenderla.
Foto tomada 17 meses después.
¿Qué es Bunkuany? Memoria ancestral tallada en piedra
Bunkuany es un conjunto arqueológico compuesto por antiguas terrazas, muros de contención, caminos y plataformas diseñadas con la ingeniería magistral de los pueblos Tayrona.
A diferencia de otros sitios arqueológicos, este no fue una ciudad masiva: su función habría sido espiritual, ceremonial y de peregrinaje. Entre la vegetación espesa aún se encuentran:
Terrazas niveladas con piedra
Escaleras talladas
Caminos que conectan con otras rutas sagradas
Puntos de observación hacia montañas y ríos
Zonas que muestran uso ritual o comunitario
El paisaje mezcla arqueología e historia viva, porque el territorio sigue siendo habitado y protegido por familias campesinas y por comunidades indígenas.
Una ubicación especial: La parte alta de Calabazo
Bunkuany se encuentra en un corredor natural privilegiado. Subiendo desde Santa Marta por el sector de Bonda o Calabazo, el sendero atraviesa:
Fincas tradicionales
Bosque nativo y zonas de restauración
Miradores naturales
Quebradas cristalinas
Caminos de piedra ancestrales
La topografía montañosa crea un ambiente íntimo, silencioso, perfecto para vivir el lugar de manera respetuosa.
Bunkuany: El significado del “sitio de luz”.
Para los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, ciertos lugares son considerados puntos de energía, donde el equilibrio del territorio se manifiesta con más fuerza. Las palabras “Bunkuany Zhaxa / Yaja”, asociada a luz, claridad o esencia, revela que este era un centro de conexión, posiblemente para:
Armonizar pensamientos
Realizar pagamentos o ceremonias
Recibir orientación espiritual
Realizar encuentros rituales
Ordenar el territorio
Visitar este sitio es entrar en un espacio donde la espiritualidad indígena aún está viva.
Las terrazas: Un diseño ancestral al servicio del espíritu
Las terrazas de Bunkuany son impresionantes por su:
Estabilidad
Técnica de mampostería
Forma circular y ovalada
Orientación hacia el paisaje
Relación con el agua
Parecen simples muros, pero son el resultado de un profundo conocimiento del territorio: Cómo corre el agua, cómo se mueve la tierra, cómo se organiza el espacio para el pensamiento y la vida espiritual.
Naturaleza viva: El entorno que protege a Bunkuany
El camino hacia Bunkuany es una experiencia sensorial:
Ríos fríos y transparentes
Piscinas naturales perfectas para refrescarse
Bosques llenos de aves
Brisa de montaña
Sonidos de agua y hojas
La Sierra Nevada abraza el recorrido con su biodiversidad y su silencio profundo.
Nuestra experiencia conectando viajeros con Bunkuany.
Desde su apertura hemos acompañando a viajeros a este sitio, en procesos de turismo comunitario, caminatas conscientes y experiencias territoriales.
En este tiempo, hemos aprendido que cada viaje es diferente: El clima, los pasos, las conversaciones, la montaña misma van marcando el ritmo.
El camino a Bunkuany es único porque combina elementos que casi no se encuentran juntos en un mismo territorio: Arqueología viva, memoria indígena, naturaleza poderosa y un proceso comunitario real.
No es un sitio masificado ni intervenido; conserva la sensación auténtica de estar descubriendo un lugar antiguo por primera vez. Aquí, la montaña muestra cómo el tiempo dejó huellas: terrazas ancestrales, rastros de huaqueros, cultivos modernos y el renacer del bosque.
Bunkuany es un sitio de luz, un espacio sagrado para los pueblos indígenas donde aún se siente la energía del territorio. Caminar hasta allí es recorrer un lugar que no ha sido construido para el turismo, sino para ser respetado, entendido y protegido.
Por eso, cada paso se vuelve una experiencia profunda, íntima y distinta a cualquier otra en la Sierra Nevada.
Consejos si deseas Viajar allí.
Llevar ropa cómoda
Calzado adecuado
Hidratación
Respeto por lugares sagrados
Caminar despacio
No tomar fotos en ciertos espacios si hay presencia indígena
Prepararse para clima variable
Disfruta este destino y sus espacios, medita en cada paso que des y percibe como los guardianes del territorio han estado allí durante siglos observando y cuidando.
Bunkuany es un sitio que invita a sentir, no solo a ver.
Cada terraza, cada piedra y cada río contienen mensajes antiguos, guardados por el territorio y por quienes lo han protegido por siglos.
Aquí, la montaña no habla en palabras, sino en silencios: En la luz que cae sobre las terrazas, en el murmullo del agua y en la memoria que se despierta en quien camina con respeto.
Porque Bunkuany no se visita… se escucha. Y el que escucha, entiende.
Gracias por llegar hasta este punto del camino. Esperamos que hayas disfrutado leyendo, así como nosotros compartiéndolo.